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AYUDA!

domingo, 15 de febrero de 2009

con un dia de retraso

primer 14 de febrero

domingo, 8 de febrero de 2009


Hoy no podía dormir, así que me tendí en la cama y me dediqué a observar el fondo de la pantalla del ordenador...


En la foto de arriba aparecemos mi primo, yo, mi hermana y mi prima, con veintiuno, quince, diecisiete y veintiséis años y en la de abajo, con nueve, tres, cinco y trece años.
Evidentemente la foto da para pensar un rato en mil y una historias.

Hoy no podía dormir, así que me tendí en la cama y me dediqué a observar el fondo de la pantalla del ordenador...

... y pensé que era lo que había cambiado de una foto a otra, solo en las fotos.

Si bien mi cara se ha cuadrado o redondeado, como prefieran, la de mi hermana estirado y la de mi prima estilizado no es el cambio del que yo hacia referencia, no piensen en ello.

Pensaba en que era lo que había cambiado en nuestro interior que se veía claramente en nuestro exterior... la mirada.
Con tres años yo solo miré al pajarito, con quince yo miraba al objetivo. Durante esos doce años aprendimos el poder de la mirada, aprendimos a transmitir lo que queríamos y lo que no y a fijar nuestros ojos en nuestros objetivos. Sin duda todos pusimos nuestra mirada en el objetivo cuando nos hicieron la foto... sin duda dijimos lo que queríamos decir en la foto.

Mil y una historias hemos vividos mis primos mi hermana y yo juntos, desde los días de castillos de arenas y los juegos de los cuatro elementos, donde yo, evidentemente era el fuego hasta las noches en la discotecas, los escarceos y peleas... llantos y risas... historias que pasan páginas y que hacen que mi prima mire seductoramente, mi hermana desafiante, mi primo analizando y yo... ya me diréis ustedes como miro yo.

El caso es que hoy no tenia sueño, y me puse a mirar el fondo de mi pantalla, y vi que las miradas habían cambiado y eso me llevó a la tradicional frase... los ojos son las ventanas del alma...

Cuan razón lleva la fracesita... porque como dije antes, podremos decidir lo que queremos decir y lo que no con los ojos, porque podríamos correr la cortina, pero si encendemos la luz... ay, si encendemos la luz, siempre veremos a través de la cortina la silueta de lo que hay detrás...

Recordar es vivir