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lunes, 14 de marzo de 2011

Vivencias de una Estudiante Sin Beca. La Fregona

Si queréis pensarlo así, puede que este haya sido el desencadenante de los relatos. Ni mucho menos es la peor situación vivida de esta Estudiante Sin Beca. Factores externos han influido, pero ellos no vienen al caso...

Todo empezó...
Hace dos días, cuando mi compañera de piso se dispuso a limpiar el suelo.

El sábado por la mañana mi compañera se levantó alrededor de las 12:00 p.m. Yo que ya estaba despierta en el salón, y siendo sincera, solo por remordimiento, me levanté a fregar la pila de cacharros que llevaban mi nombre desde el día anterior en la cocina.
Al encargarme yo de fregar los platos, mi compañera se dispuso a limpiar el suelo. Llenó el cubo de agua, echó el gel limpia suelos en dicho cubo, mojó la fregona y en el segundo dos del proceso de escurrir, el palo de la fregona se quebró.
Muchas pudieron ser las causas, pero sin duda, que el palo llevara aquí desde que llegamos y antes de eso dios sabe cuanto más, posiblemente sea la causa por la que más me decante.

Asó pués, compañera y susodicha quedamos en que yo, el lunes, es decir: hoy, compraría palo y fregona.

El lunes, hoy, me levanté a las 7:40, hice algunas cosillas, saqué 20 pavos y me fui para la facultad, eso sí, andando que ya la cosa no está para buses. Desayuné por 1,50€ un café y media tostada de tomate. Fui a clase. Almorcé también en la universidad y a las 16 larga, cerca de las 17 llegué a mi casa. Me puse con una entrega para esta noche. Me hice un té y cerca de las 18 me llamó mi compa que iba camino de Londres. Malas noticias. El caso que mi compañera viene para acá y yo que pensaba comer los restos que había en la nevera: dos salchichas y algo de puerro, me vestí corriendo y me fui para el mercadona. San MERCADONA. He "abastecido" la nevera, con 15 € y 5 centimos tengo: Carne (de pavo), hortaliza, patata, huevo, leche, café y atún. Y UNA FREGONA.

El problema fue cuando me percaté de que quedaba solo un euro y en el chino la fregona (sin el palo) costaba 95 céntimos. Mi conclusión, ya que en ningún momento había visto como se rompió la fregona, es que lo que seguramente se había roto es el plástico de la fregona.
Mi conclusión o mejor dicho lo que yo quería, teniendo en cuenta mi dinero, que pasara.
Llegué a casa con toda la compra al hombro, porque uso el bolso de bolsa, hace aproximádamente una hora. Puse la compra en su sitio. Fregué la pila de platos que también tenían mi nombre en rojo fuego y fui a ponerle la fregona al palo.

Si, el palo está roto, roto y oxidado para ser más concretos. Aun así, he unido la fregona al palo como he podido, la he metido en el cubo lleno de agua y gel que mi compañera hace dos días llenó, he frotado el palo para empaparlo y

PLOF. No, el palo y la fregona no se llevan bien.
Dos PLOF más me ha llevado darme cuenta que el palo y la fregona no encajan, no encajaron y no encajarán. Así que cual criado/a he cogido la fregona, y rodillas a tierra me he puesto a fregar con las manos el suelo.

También tarde dos pasos en darme cuenta que esta técnica no funciona. Para algo se inventó la fregona.

Hace 17 minutos he subido a pedirle la fregona a mi vecina. Que cenaba con unos amigos... y que amigos.

Tengo medio salón secándose y el otro medio por fregar.

Hace dos días una fregona empezó a crear una odisea. Pero este no es el fin.





Todavía me queda fregar la cocina.

Y por si alguien se lo pregunta, con los cinco céntimos me compré un chicle.

Vivencias de una Estudiante Sin Beca.

Ya dentro del segundo cuatrimestre, con unas semana de clase, me dispongo a relatar lo que de aquí en adelante pase de acuerdo a mi situación actual: Estudiante Sin Beca.

Es evidente que muchos de nosotros somos Estudiante Sin Beca, sin embargo, que resida fuera de mi ciudad, a unos cientos de kilómetros de mi familia, y que mis padres tampoco es que sean los banqueros del siglo ha hecho que mi frustración haya llegado hasta tal punto, que necesite relatarlo.

Espero que seáis comprensivos, se que hay muchos Estudiante Sin Beca en peor situación que yo en ninguno de mis relatos me compadeceré de mi situación, pues al menos yo puedo estudiar, deseo que os riáis conmigo, de mi situación o de mi. Reíd y olvidad vuestras penas. Y yo de paso me quito estrés.

E.S.B.

Recordar es vivir