Reflexión

Hoy viniendo de regreso por "el camino del pensamiento" reflexioné.

Acordándome de ese padre, que abrazó a su hija y la tranquilizó aún sabiendo que poco tiene para darle; Del joven que quiso compartir la galleta teniendo una mísera zanahoria en el frigorífico; De la niña durmiendo en el carrito y su hermana en brazos de mamá soportando los gritos sin sentido para ellas, del amigo que viendo sufrir a sus acercados fue y lucho junto a ellos... acordándome de todos ellos, me di cuenta de que aun eramos pocos.

¿Dónde estaban los que siguen en la cuerda floja? ¿Dónde iban los grandes que dicen luchar por nosotros? ¿Dónde estaba el resto del mundo?

No me puedes decir que estamos en un pequeño bache, No les puedes decir que aguanten un poco, No nos puedes decir que nos comprendes, "Gran Señor" Sentado en "Su" Sillón, con un gran coche y una gran casa, con un sueldo y una importante pensión esperándole, no pretenderá usted que yo me calle mientras le da dinero al que ya tiene y que no me va a prestar, no?

Que mientras unos grandes pocos sentados que dicen no necesitar ganan mucho, otros pequeños muchos andan en la precariedad, cerrando o firmando, dejando a padres y madres, a jóvenes y mayores tras la puerta, con una mano en el pecho y la otra en la cabeza, llorando por donde y como están e intentando buscar las habichuelas en un desierto de tres grandes árboles.

No pretenderá usted que mientras yo veo como los Señores de las Piedras, lo que han estado toda su vida bajo tierra trabajando para vivir, están siendo ignorados como si piedras mismas fueran y no Señores, me quede callada, no?

La cruz del fraile

Sabes cual es la hacienda nueva?
si
pues eso antes era un monasterio.
y así dice la leyenda:

-Alto, soy Diego Corriente pon todo lo que poseas sobre esa manta y márchate- dijo una voz desde los matorrales. Y el pobre hombre asustado soltó todo lo que llevaba en la manta.

¿Quién era Diego Corriente papá?
Era un vandolero de mediados del siglo XVIII, robaba a todas las diligencias por esta zona, uno de los vandoleros más importantes de ese siglo.

Y así pasó el tiempo, y todas las personas que pasaban por aquí eran asaltadas por Diego Corriente, oculto entre los arbustos.
Sucedió un día, que tras soltar todo lo que poseía en la manta, el peregrino mal afortunado llegó hasta la estación alcantarillas.

Alcantarillas?
Si donde la estación de trenes, que ya no para.
Y porqué alcantarillas?
Es que esa zona, antiguamente se llamaba alcantarillas, que era por donde se movía Diego Corrientes.

Pues, el peregrino siguíó su camino y llegó hasta la estación y allí fue asaltado por Diego Corrientes:
-Alto soy Diego Corrientes, dadme todo lo que poseáis.
-¿Diego Corrientes? pero ¿cuántos Diegos Corrientes va a ver ahora buen señor?

El peregrino pasó a contarle a Diego Corrientes, el verdadero, que por la zona baja, había alguien que lo había atracado en su nombre. Así Diego Corrientes, el verdadero, bajó hasta donde había sido asaltado el peregrino y allí encontró al fraile del monasterio.

Que avispado el fraile... pero y la cruz?

ahí fue donde le mató Diego Corrientes por usar su nombre.

oh... Pobre Fraile, pobres peregrinos...
Pero tiene su moraleja Ana
Cual?
No te dejes engañar por la primera apariencia...
Ya te contaré otras leyendas... inventadas por mi.

Oh papá!!

La Hormiga y El Huevo

Rabia, sobretodo rabia, cuando sabes que realmente no puedes hacer nada porque eres una pequeña hormiguita y no comes huevos....

Pero eso es lo bueno que tiene mi vida, que me dan igual los huevos, y lucho y grito por lo que me parece justo. Y tú, que intentas callarme porque es más cómodo para ti, no puedes silenciarme, porque aun sin comer huevos soy un huracán en comparación con tu brisa. Y mi espíritu siempre esta allí arriba... aun sabiendo que a más alto, mayor será la caída...

Y luego vuelve la rabia y la decepción (y el golpe fue más duro porque más arriba estaba) porque el espíritu no cuenta y los huevos son poderosos en el mundo de las gallinas... porque la yema se rodea de clara y se protege con cascara...

Y la pequeña hormiguita pasea por el gallinero con cuidado pero sin miedo, segura en su altura cubriendo suelo y cielo...

Andará y trabajará y habrá un día en el que llegue hasta su objetivo, empujará al huevo y este caerá y se romperá.... porque al final, la hormiguita tiene mucha fuerza y el huevo siempre será frágil.