El viejo de la esquina

Hay un viejo en esa esquina, que todo el mundo conoce y nadie sabe quien es.

Paso todos los días por tu casa y a veces te veo ahí, haciendo lo que haces y queria decirte que me encantas. Porque eres de la antigua, con principios y valores que ya apenas existen y queria decirte que hay una persona que no te considera uno más.

Paso por tu casa y me quedo mirando, esos precioso segundos que me permiten mirar por la puerta, porque tu casa es de la antigua, con puertas abiertas, sin nada que ocultar. Me encanta tu casa, porque puede ser andrajosa, pero tiene encanto, porque puede tener muebles gastados, pero tienen historia, me encanta tu casa y no me importa que sea fea.

Paso por tu casa y os miro, a ti, y a quien esté en ese momento contigo, tocando la guitarra, o afeitándose, te observo trabajar esos dos o tres segundos cada vez que paso, y siempre me digo vaya hombre, este hombre es de vida.

Paso por tu casa, y a veces levantas la vista y me miras, aunque yo se que no sabes quien soy, porque seré una más de miles que pasan por allí y te miran, pero no te miran como te miro yo, porque yo veo al hombre de mundo, el que se opone a dejarse llevar, el que enseña a malos aprendices y a virtuosos a tocar la guitarra, el que vive su vida sin importar que piensen los demás.

Paso por tu casa y a veces ellos levantan la vista, y se distraen, no deberían mirar.

Paso por tu casa, y al cruzar la esquina me sale una sonrisa, porque eres así, me encantas y ahora lo digo.

Y para cuando tu ya no estés, porque habrá un momento en el que no estarás, queria decirte que habrá alguien que se acordará del viejo barbero de la esquina que toca la guitarra, con su perfecta casa.