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jueves, 1 de enero de 2009

Positivamente

La primera noche del año.

En una fiestucha de 15 personas donde solo conocia a seis, con música que hacia llorar a mis pobres oidos y una bola de discoteca.

En el local de la abuela de la amiga de mi amiga que además está bajo la casa de su prima quien duerme plácidamente... ah, y solo con 4 tios, mi mejor amigo, el hermano menor de la amiga de mi amiga, y los otros tampoco me gustaban...



Y empieza la noche loca... compongo mi sonrisa, mi amiga me sirve un vodka con limón y descubro que tampoco se me apetece tanto, mi amigo y sus amigos que no conocen a nadie se quedan en un rincón y yo me siento culpable por haberle traido aquí.

Empiezo a bailar sin ton ni son, con las amigas que conozco, y no hago más que pensar que preferiría estar en la fiesta de la salchicha, sin tanta gente y sin tanto ruido...

Con mi mejor sonrisa se lo digo a mi mejor amiga, la pobre anda igual que yo y eso me hace sentir todavía más culpable, porque a ella también la arrastré yo aquí...



Una hora y media más tarde el amigo de mi amigo está como una cuba, y no se puede sostener ni en pié. Cuando me doy cuenta mi amigo está intentando sostenerlo y llevarlo a la calle. El pobre vomita justo en la puerta. Se cae al suelo, después de unos segundos sin reacción intento ayudar e intento sostenerlo, pongo la rodilla en el suelo mojado y mancho mis preciosos pantalones blancos, todo sea por una persona que no se encuentra bien...


Los padres de la chica, hijo o hija y yerno o nuera de la abuela del local están ahí y a mi me entra una verguenza terrible por la situación tan lamentable, que pensarían los padre de la pobre nieta...


Le digo a mi amigo que pida perdón por la situación, y mientras el está dentro en el local yo estoy fuera con su amigo "el lúcido" intentando que no se caiga, y cuidando para que no se vomite encima... y si creeis que no hay nada peor que intentar que alguien no se vomite y no te vomite encima... lo hay, empieza a llover a cantaros, y mi peinado, el mismo que me costó lo suyo hacerlo se va al garete, y mi pobre maquillaje que me costó la propia vida ponerme se destroza, y yo estoy empapandome la camiseta, que además no queria llevar, porque lo que yo realmente queria llevar era un vestido con el que pudiera lucir mi tatuaje, con el pantalón blanco que tampoco queria llevar manchado y con lo único bueno que tenia yo esa noche (el peinado y el maquillaje) destrozados.


Y por fin vienen a recoger al pobre chico borracho y mi mejor amigo y sus dos amigos se van. Y yo me quedo en la fiesta, cansada y con un segundo vodka con limón en la mano, preguntandome porque bebemos y comemos más en las fiestas. ¿para celebrar que ha nacido el señor? ¿porque es la tradición? ¿porque nos lo impone la sociedad consumista? en fin..


El caso es que estoy en una fiesta y socialmente no me debo quedar parada... El hermano menor de la amiga de mi amiga, único chico en la fiesta ahora, está sentado al lado mia y el pobre cortadisimo que se ve, ni baila ni habla con nadie. Me levanto le cojo de la mano y le enseño a bailar como se supone que deberia hacerlo un tio... Lo bien que me lo podria estar pasando yo en la fiesta de la salchicha.

Son las 4 de la noche, y sigo en el local de la abuela de la amiga de mi amiga, hablando de cosas de miedo y esperiencia paranormales, comiendo Chips Ahois y con una bola de discoteca dando vueltas tristemente, porque ya nadie está bailando.


A las cinco nos recoge la madre de mi amiga, y me acerca a mi casa. Están todos durmiendo, mi madre se despierta y ve que ya he llegado se vuelve a dormir, entro en mi cuarto y me quito mis pobre pantalones blancos manchados y mi camiseta, aún humeda, me limpio la cara y me tumbo en la cama... Ha sido una noche productiva.


He empezado el año con mis mejores amigas y mi mejor amigo. He conocido a chicas nuevas y a un chico. He enseñado a bailar a un chico sin tener ni idea de como baila un tio. He ayudado a alguien mientras vomitaba. He conocido al proyecto de novio de mi amiga. He reflexionado sobre la sociedad. He descubierto que la vida social es dura. He aprendido lo que es moderación... y lo que no es. He reído. He estado realmente preocupada. He bailado música que no me gusta y he disfrutado. He hecho que otras se rían.



Puede que no haya sido la noche, pero no creo que sea un auguro de la vida que me espera, la noche vieja pasada me fui de una fiesta con un dolor de pies impresionante y este año no he tenido problemas de pie. Siempre hay que ver el lado positivo de las cosas, y ésta, aún sin ser la mejor noche de mi vida, ha estado bien.

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